Maria Elena López De la Vega: la candidata de los 20 millones, el negocio sindical que se niega a morir





En la recta final hacia las elecciones sindicales del próximo 4 de junio, una vieja práctica parece empeñada en sobrevivir bajo nuevas promesas. Maria Elena López De la Vega, candidata de la planilla Círculo Blanco e impulsada por la corriente "IMSSpirando", no sólo representa al grupo en el poder dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS); también encarna la continuidad de una estructura que ha convertido la venta de propuestas laborales en un lucrativo negocio paralelo.


De acuerdo con información interna y denuncias de trabajadores activos del IMSS, el grupo político al que pertenece López De la Vega habría acumulado, a través de la venta ilegal de plazas, una bolsa aproximada de 20 millones de pesos durante los últimos seis años. El mecanismo, tan conocido como silenciado, consiste en ofertar "propuestas" —accesos preferenciales a puestos de trabajo— a cambio de pagos que van desde los 90 mil pesos en el caso del personal de limpieza, hasta los 600 mil pesos para plazas médicas. Se estima que han sido colocadas al menos 250 personas mediante este sistema.


No se trata de acusaciones nuevas ni de rumores oportunistas en temporada electoral. El historial de López De la Vega y su círculo cercano ha sido documentado por diversos medios desde hace casi una década. En 2017, La Jornada de Oriente dio cuenta de una denuncia colectiva por un presunto fraude que ascendía a los 800 mil pesos. Más recientemente, en 2021, Periódico Central retomó nuevas acusaciones que evidencian la sistematicidad de estas prácticas y la impunidad con la que han operado.


Sin embargo, el aparato sindical al interior del IMSS parece haber sido diseñado para blindar estas redes de poder. Bajo el discurso de estabilidad laboral y representación de los derechos de los trabajadores, se ha consolidado una burocracia sindical que funciona más como intermediaria de favores que como defensora de causas.


La candidatura de López De la Vega se presenta, entonces, no como una alternativa, sino como la prolongación de un esquema de control clientelar, de simulación democrática y de patrimonialismo sindical. Quien compre una propuesta hoy, sabrá mañana que su trabajo responde menos a sus méritos que al precio que pudo pagar.


Lo que está en juego el 4 de junio no es sólo una elección sindical. Es la oportunidad de romper con una cultura de corrupción que ha erosionado la credibilidad de las estructuras de representación dentro del IMSS. O se rompe con ese ciclo, o se renueva el contrato de impunidad.
Redacción

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